Los estudios históricos y los plantamientos que Hegel se hizo de la historia como devenir y como contradicción, así como su análisis de las épocas que le interesaron por sus estudios juveniles, la Grecia clásica y por su ser alemán, la edad media, son analizados por Gargallo a la luz de las influencias que sobre el filosofo de Jena tuvieron la revolución francesa y la ilustración, la lectura de Volney y el estudio de Lessing. Estas lo llevaron a reconocer la sustancial unidad del mundo de la cultura y de la alineación y, con ello, a evitar la genérica condena romántica de la ilustración que arratro a sus contemporáneos. Los juicios históricos Hegelianos son analizados en este libro, que originalmente fue el segundo volumen de una historia de la historiografía moderna, según se fueron configurando y , luego, afinando y precisando. No se trata por lo tanto de un estudio sobre la filosofia de la historia de Hegel, sino de un análisis teorético de sus juicios e intereses históricos.