La palabra cuerpo es una palabra que revela y convoca múltiples significaciones. Podríamos decir que se una palabra obsesiva en la sociedad contemporánea. Todo el mundo piensa el cuerpo, todo el mundo desea expresar algo sobre él, integrarlo en nuevas filosofías. Lo que se puede decir es que en un caso así se encuentra, por un lado, la herencia psicoanalítica y por otro una herencia más difícil de precisar que llamaría "textual" en la medida en que hay escritores, digamos de vanguardia o que han sido recupreados por la vanguardia, como Artaud, que han dado una suerte de dimensión casi psicótica o esquizofrénica a los sentimientos y a la vivencia del cuerpo. También, en otro punto, no sé si opuesto o al menos diferente, hay escritores como Joyce que -valga la expresión- son clásicos de vanguardia a los que no es necesario recuperar aunque sí encontrar, tal como Lacan lo hace en uno de sus seminarios, y no sin referencia al cuerpo.