Si hay un fruto y un resultado de las agudísimas indagaciones especulativas del presente libro, ese fruto es que la certeza del derecho es algo, no abstracto, general y esquemático, sino concreto, específico, correlativo a las experiencias singulares y a los singulares ordenamientos de que se compone el mundo del derecho. Es ésta acaso la verdadera y mayor contribución que las indagaciones de este libro han aportado. Después de FLAVIO LÓPEZ DE OÑATE no es ya posible recaer en los banales esquemas de la certeza del derecho como pura y mera legalidad, como certeza exterior o formal o algo parecido.

Acaso sea fijar un rasgo saliente de este libro decir que el sentido de responsabilidad hacia la vida es en él dominante y casi pudiéramos decir angustioso. En este libro, aun sobre el más severo plano especulativo, todo se dirige a restituir conciencia a la vida, conciencia de sus certezas, de sus principios, de su verdad. ¡Se lucha en este libro!

Se lucha contra los múltiples errores que tratan de reducir el derecho a una pura instrumentalidad a disposición de las fuerzas siniestras que se desviven por extinguir las libres espontaneidades de la vida. Se lucha por la verdad, por la específica, autónoma, insustituible y santa humanidad y verdad del derecho.

GIUSEPPE CAPOGRASSI