Sobre todo, lo que admiro de este libro es su armonía, la justeza del tono señorial, que jamás pierde la mesura ni se hace difuso, ya exponga hechos que se eleve de los hechos a la doctrina, así amoneste como analice y seleccione, o bien narre anécdotas divertidas, cortadas oportunamente, aunque quisiéramos verlas proseguidas.

Un hermosísimo libro, destinado a hacer mucho bien y provecho a los abogados, a sus clientes, a los jueces, a cuantos litigan y a cuantos no litigan; libro que sobresale y se eleva desde la experiencia particular hasta la ley universal y humana, adquiriendo con esto un carácter general que es el sello más destacado de toda obra de arte.

Virgilio Brocchi

Escritor

(Italia)