Comentario Es dable constatar un malestar en el psicoanálisis, en todo caso en las sociedades psicoanalíticas y en lo que se da en llamar la formación de los analistas. Procede de la contradicción que se puede encontrar entre los métodos tradicionales de selección y de reconocimientos oficiales, cuyo análisis de control forma parte desde los orígenes, y la novedad de la experiencia a la cual se aplican. El enunciado de Jacques Lacan, "el analista sólo se autoriza en sí mismo", es decir en la ley en la que se origina el deseo, cuestiona una vez más las concepciones fundadas en las garantías proporcionadas por la institución. ¿Será acaso que no habría lugar para ningún tercero?. La presente obra, escrita por varios autores, intenta responder a esta pregunta fundamental. Al retrazar la historia del análisis de control, y al mismo tiempo del análisis didáctico, define la nueva orientación que éstos han tomado a partir de Jacques Lacan. Lejos de eliminar el lugar del tercero en la formación del analista, su teorización impone, por el contrario, la necesidad de una función tercera, no en el sentido de una garantía cualquiera, sino porque sólo hay saber de aquello que se transmite. Consultar el Indice del Contenido